Novak Djokovic se queja del público en después del triunfo ante Holger Rune.

Novak Djokovic ha demostrado una vez más por qué es considerado uno de los mejores jugadores de la historia del tenis, al avanzar a los cuartos de final de Wimbledon. Tras haberse operado de un desgarro muscular en el menisco de la rodilla derecha el 5 de junio, venció a Holger Rune con un marcador de 6-3, 6-4 y 6-2. Djokovic, con 24 títulos de Grand Slam, alcanzó por decimoquinta vez los cuartos de Wimbledon, enfrentándose ahora a Alex de Miñaur. Con 60 presencias entre los ocho mejores en los ‘Grand Slam’, sigue estableciendo récords difíciles de superar.

En su última aparición, Djokovic respondió a los abucheos del público con ironía y defendió su trayectoria de más de 20 años en el circuito. Aunque se mostró molesto por la falta de respeto, aseguró que se enfoca en los seguidores que lo apoyan. En su encuentro con los medios, expresó que entiende que el torneo no puede controlar el comportamiento de toda la grada, pero eso no le afecta debido a su experiencia en ambientes adversos.

Djokovic al terminar el encuentro se comportó como un padre ejemplar con su celebración en la cual toma su raqueta y simula que es un violín

«Eso fue para Tara. Mi hija ya toca el violín desde hace algún tiempo, seis meses, y acordamos que yo celebraría así»