Leila Pereira pone su avión privado al servicio de la Seleção y clubes rivales
La presidenta del Palmeiras, Leila Pereira, anunció que pondrá a disposición su avión privado para facilitar el regreso de los jugadores convocados a la selección brasileña tras el amistoso frente a Túnez, el 18 de noviembre en Lille, Francia. El objetivo es que Vitor Roque, delantero del Palmeiras, llegue a tiempo para el duelo ante Vitória el día 19 por el Brasileirão. También viajarán Fabrício Bruno (Cruzeiro) y Paulo Henrique (Vasco), en respuesta a los pedidos de sus clubes. La directiva, que se encontrará en Europa, acompañará personalmente el operativo.
El vuelo saldrá poco después del amistoso, garantizando la llegada de los futbolistas a Brasil en la mañana del 19. La medida llega en plena recta final del campeonato, con Palmeiras y Flamengo igualados en puntos en la lucha por el título. Vitor Roque, segundo máximo goleador del club con 17 tantos y cinco asistencias, es pieza clave para Abel Ferreira. Fabrício Bruno reforzará al Cruzeiro frente a Juventude, mientras Paulo Henrique estará disponible para el Vasco ante Grêmio, evitando los retrasos habituales en vuelos comerciales.
Palmeiras afronta un periodo exigente, con hasta seis jugadores convocados a sus selecciones. Además de Vitor Roque, el argentino Flaco López, los uruguayos Piquerez, Facundo Torres y Emi Martínez, y los paraguayos Gustavo Gómez y Sosa, seguirán cronogramas internacionales antes de reincorporarse al club. El calendario ajustado ha obligado a la CBF a reprogramar partidos y priorizar la logística para reducir el desgaste físico de los atletas.
La iniciativa de Pereira, que coincide con su viaje a Europa por asuntos personales, ha sido vista como un ejemplo de colaboración entre instituciones deportivas. No es la primera vez que un club brasileño realiza este tipo de acciones: en 2024, Flamengo ofreció transporte a jugadores de otros equipos durante la Fecha FIFA. Este tipo de gestos fortalece las relaciones entre clubes y mejora la eficiencia logística en un calendario cada vez más exigente para el fútbol brasileño.
