Lo que debía ser una fiesta para Emelec terminó en escándalo. La Explosión Azul fue suspendida tras el lanzamiento de un petardo a la cancha cuando Barcelona ganaba 1-0. La explosión ocurrió cerca del área del Ídolo y afectó al arquero José Contreras, lo que llevó al árbitro y a la Policía a detener el encuentro por seguridad.

El partido comenzó con tensión, pero pocas emociones en lo futbolístico. En el primer tiempo, ambos equipos generaron pocas ocasiones de gol, aunque hubo un altercado entre Jaime Ayoví y Gustavo Vallecilla que calentó el ambiente. A pesar de los empujones, la situación no pasó a mayores y el marcador se mantuvo en 0-0 hasta el descanso.

En la segunda mitad, Barcelona tomó el control del partido y logró adelantarse en el marcador. Octavio Rivero anotó de cabeza tras un centro de William Vargas a los 53 minutos, dejando sin opciones al arquero Jostin Mina. La ventaja del Ídolo generó molestia en la hinchada de Emelec, que comenzó a arrojar objetos al campo.

El punto crítico llegó a los 56 minutos, cuando un petardo explotó cerca del arquero José Contreras, dejándolo aturdido. Ante la creciente violencia en la tribuna y el peligro en la cancha, el árbitro decidió suspender el partido. La Explosión Azul terminó de manera vergonzosa, dejando una imagen negativa del evento y de la afición local.

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