Dustin Poirier cuelga los guantes con honor tras una guerra final ante Max Holloway
Decir adiós nunca es fácil, y menos aún cuando se despide una leyenda de las artes marciales mixtas como Dustin Poirier. Este sábado 19 de julio de 2025, en su natal Nueva Orleans, “El Diamante” puso fin a su carrera con una emotiva derrota ante Max Holloway, en lo que fue su última batalla sobre el octágono. Aunque Holloway retuvo el cinturón BMF por decisión unánime, Poirier se retiró bajo sus propios términos: en casa, frente a otro histórico del deporte, y entregando una pelea que será recordada por su intensidad y corazón.
La historia entre Poirier y Holloway comenzó hace más de una década, en 2012, cuando el estadounidense le dio la bienvenida al hawaiano en la UFC. Trece años después, esa rivalidad cerró su ciclo con un tercer combate lleno de drama y respeto mutuo. Holloway dominó los primeros asaltos, incluso enviando a Poirier a la lona en el primero, pero el luchador de Luisiana demostró su temple con una poderosa respuesta en el segundo round que por poco cambia el destino del combate. A partir del tercero, el duelo fue parejo, vibrante y brutal. Ambos dieron todo. Y como marca la tradición del BMF, se citaron en el centro del octágono en los últimos diez segundos para intercambiar golpes sin dar un paso atrás.
Aunque el triunfo fue para Holloway, la noche perteneció a Poirier. Entre ovaciones, dejó sus guantes sobre la lona mientras se proyectaba un video conmemorativo preparado por la UFC. Sin haber sido campeón indiscutido, su legado no necesita corrección: fue un guerrero admirado, un símbolo de corazón y entrega, y una figura clave para enamorar a miles de fanáticos del MMA en todo el mundo. Adiós y gracias, Dustin Poirier. La jaula te despide, pero la historia ya te abraza.